Alimentación en los primeros dos años de vida

¿Qué debe recibir como alimento el bebé menor de 6 meses?

La Lactancia materna es el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo de los lactantes

Durante los primeros seis meses de vida los lactantes deberían se alimentados exclusivamente con leche materna para lograr un crecimiento, un desarrollo y una salud óptimos (Asamblea Mundial de la Salud- OMS).

A partir del 6° mes de vida, y con el objetivo de satisfacer sus necesidades nutricionales, los lactantes deberían recibir alimentos complementarios adecuados e inocuos desde el punto de vista nutricional, sin abandonar la lactancia materna.

¿Cómo favorecer a una lactancia exitosa?

·     Es muy importante poner al niño sobre el pecho en el momento de nacer, y a mamar dentro de la primera hora de nacido.  

·     El  calostro (primer leche de color amarillento) cumple un rol fundamental para el recién nacido ya que lo defiende de las infecciones, por ello no debemos desecharlo, el bebé debe recibirlo.

·     Alojamiento conjunto, el niño requiere el contacto continuo con su madre, deben estar alojados en el mismo cuarto las 24 horas.

·     Amamantar al niño a demanda, de día y de noche. Los bebés piden cuando tienen hambre y esto contribuye a que la madre produzca más leche.

·     Una buena prendida al pecho, la buena posición de amamantamiento, favorece que   tanto el bebé como su madre  disfruten de la lactancia y ayuda a prevenir pezones lastimados, y a mantener una buena producción de leche.

Durante la lactancia es fundamental que la madre se alimente adecuadamente, lo que significa llevar una alimentación suficiente y equilibrada.

La nutrición adecuada durante la primera infancia es de vital importancia para el desarrollo completo y óptimo de cada niño.

 

¿Cuándo debería comenzar la alimentación complementaria con otros alimentos?

Los primeros dos años de vida son considerados como “ventana de tiempo crítica”  (el momento justo y necesario); por lo tanto  es necesario asegurar que se cubren las  necesidades nutricionales de los niños con alimentos que cumplan con los siguientes requisitos:

Deben ser oportunos, es decir, que se le den al bebé cuando el aporte de leche humana no alcanza para cubrir las necesidades de energía y de nutrientes.

Deben ser adecuados, es decir, aportan energía, proteínas y micronutrientes en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades nutricionales de un niño en crecimiento.

Deben ser inocuos, es decir, se deben preparar en ambientes libres de contaminantes, con utensilios limpios y manteniendo la higiene personal; evitando el uso de biberones y tetinas.

Deben darse de forma adecuada, es decir, se deben dar atendiendo a las señales de apetito y saciedad del niño, sin forzarlo, y alentando al niño a comer activamente haciéndolo partícipe de su alimentación; aún en momentos de enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud considera adecuado que a partir de los 6 meses de vida un niño comience a recibir alimentos semisólidos. El rango óptimo de Alimentación Complementaria se encuentra habitualmente entre los 6 y 24 meses de vida, continuando con Lactancia Materna.

Durante esta etapa los bebés van adquiriendo la maduración digestiva (del aparato digestivo para poder absorber lo que comen), renal (sistema urinario) y neurológica (desarrollo de habilidades) que necesitan para ir incorporando diferentes alimentos.

Es bueno observar al bebé para ver las señales que indican que ya está apto para probar  alimentos con consistencia blanda o semisólida. Alrededor del sexto mes de vida verá que es capaz de:

– Mantenerse un tiempo sentado con ayuda
– Pasar un objeto de una mano a otra
– Llevarse objetos a la boca, como por ejemplo juguetes y  chuparlos.

El pediatra que esté siguiendo el crecimiento y desarrollo de tu bebé, sabrá indicar el momento en el cual el niño está preparado para comenzar a comer.

Todo aquello que se le ofrezca a partir del 6º mes de vida deberá hacerse de forma gradual evaluando y observando como lo tolera y enseñando al niño a comer progresivamente.

La incorporación de a un alimento por vez es muy importante para poder detectar eventuales procesos alérgicos o intolerancias gastrointestinales.

Las primeras semanas de alimentación complementaria tienen un objetivo educativo más que nutricional. La finalidad, en este primer momento, es acostumbrar al bebé a consumir algo distinto a la leche, de consistencia semisólida, con un elemento para él extraño (como es la cuchara) y sentado frente a un plato. Por ello que se recomienda que sea un momento en el cual se cuente con tiempo y se lo encare con paciencia y ganas de disfrutar.

Es algo común que el niño rechace inicialmente todo lo nuevo que se le dé y hasta puede dar la sensación de no agradarle la comida, pero no siempre es así, simplemente se está acostumbrando a recibir sabores y texturas nuevas. Hay que tener paciencia y seguir probando sin forzarlo a comer. Los investigadores sugieren que se debe ofrecer al niño al menos 10 a 15 veces el alimento que rechaza variando la forma de preparación, para lograr modificaciones claras en su aceptación….Siempre sin obligarlo o forzarlo

Recomendaciones prácticas a la hora de comer:

–       Colocar al niño en la silla lo más derecho posible y sujetarlo;

–       Colocar la cuchara con alimento de frente al niño para que la pueda visualizar e incorporar a la línea media de su rostro y cuerpo;

–       Introducir la cuchara en la boca y NO “limpiarla” contra el paladar del niño, permitir que el bebé pueda con su labio y/o lengua sacar el contenido de la cuchara;

–       Si el bebé saca la lengua y escupe la comida, no retarlo, seguir intentando con la siguiente cucharada de alimento;

–       Si cierra la boca o rechaza el alimento, intentar nuevamente en el momento pero SIN FORZARLO a comer.

–       Permitir que el niño toque los alimentos, tome contacto con la cuchara y dejar que toque el plato aunque se ensucie más de lo que a usted le gustaría;

–       Si no se logra que termine el plato y no desea más, RESPETAR esas SEÑALES DE SACIEDAD Y HAMBRE;

–       Si se niega a consumir algún alimento, NO DEJAR DE PREPARARLO, pensar y ofrecerle otras formas de preparación con ese mismo alimento hasta 10 veces, tal vez antes de cumplir con esta meta, el bebé lo termine aceptando;

–       Evitar el uso de cucharas con formas de juguetes, ya que ello genera distracciones y, el niño, asocia el momento con un algo lúdico (juego), más que alimentario. La mejor cuchara debe ser recta y con mangos cortos para facilitar que el niño pueda tomar contacto con ella;

–       Evitar vajilla y utensilios que puedan romperse con los golpes, ya que es frecuente que el bebé tome la cuchara, vaso o plato y los arroje al suelo con fuerza;

–       Se aconseja que el vaso con agua sea irrompible, con tapa y pico (que facilita la ingesta), idealmente con válvula anti vuelco para que no lo rompa ni derrame el contenido.

Fuente: “Cocina en Miniatura”. Díaz M –  Lorenzo J. Editorial Corpus