Enfermedades de Invierno: Pautas para la prevención y el manejo en casa.
Con la llegada del invierno y los cambios bruscos de temperatura suelen aparecer las enfermedades que afectan las vías respiratorias. La mayoría de ellas son causadas por virus, por eso se las llama enfermedades respiratorias virales. Esta denominación incluye desde los simples resfríos hasta cuadros más graves como la bronquiolitis, la neumonitis y la neumonía. Casi todas comienzan con síntomas similares al de un resfrío y pueden fácilmente confundirse con él.
Medidas preventivas
Hasta ahora no se han descubierto fármacos que combatan directamente las enfermedades respiratorias virales. Con excepción de la gripe o influenza, no existen vacunas contra otros virus respiratorios.
¿Qué podemos hacer para prevenir contagios?
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Lavarse frecuentemente las manos.
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Lavar y desinfectar juguetes, mamaderas, platos y otros utensilios de comida.
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No exponerse a cambios bruscos de temperatura.
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Evitar los recintos cerrados y muy concurridos
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No permanecer en espacios contaminados por cigarrillo y smog
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Chequear el estado de los calefactores y ventilar frecuentemente los espacios donde permanece el niño.
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En caso que alguien en casa se encuentre enfermo, colocarse un barbijo y desinfectarse las manos con alcohol en gel antes de atender al bebé.
Salvo que se compliquen con una infección bacteriana, las enfermedades respiratorias virales no requieren antibióticos y el mal uso o abuso que se haga de ellos, además de un gasto innecesario, genera resistencia inmunitaria.
Resfrío
Es relativamente benigno y suele pasar sin necesidad de mayores cuidados. Los síntomas, por lo general, son leves e incluyen tos, congestión nasal, temperatura moderada, estornudos, en ciertos casos dolor de oído y decaimiento. Es de fácil contagio y es por eso la enfermedad respirtatoria viral más frecuente. En los niños, varios episodios por año son normales, siempre que no se agraven o comprometan otros órganos.
Gripe o influenza
Es una de las enfermedades respiratorias virales más contagiosas y severas, especialmente en personas que padecen enfermedades crónicas o problemas respiratorios.
Los síntomas iniciales son parecidos al de un resfrío, pero estos virus son mucho más agresivos. Se caracterizan por fiebre muy alta, compromiso respiratorio, congestión nasal, dolor de oídos, decaimiento mayor, sensación de ahogo y malestar severo.
Se transmite a través de las gotas de saliva diseminadas en el aire al hablar, toser o estornudar, y a través de las manos u objetos contaminados con el virus.
¿Debería vacunar a mi hijo?
La vacuna sirve para prevenir y no para tratar la enfermedad ya declarada, y tampoco protege contra otros virus respiratorios.
En Argentina la vacuna está especialmente indicada en chicos sanos de 6 a 23 meses, embarazadas, puérpereas en los primeros 6 meses, adultos mayores de 65 años que padecen enfermedades crónicas y patologías respiratorias (asma, broncoespasmos recurrentes). Sin embargo, cualquier persona puede recibirla a partir de los 6 meses.
¿Qué medidas debo tomar si mi hijo tiene gripe?
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Reposo
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Ofrecer mucho líquido
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No usar aspirina, se pueden utilizar otros antitérmicos (Ibuprofeno, Paracetamol) si la temperatura es mayor a 38° y el niño está decaído o irritable.
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No usar medicamentos para la tos excepto que el pediatra lo haya indicado