El poder del juego: cómo la diversión y los juegos ayudan a los niños a prosperar

El poder del juego: cómo la diversión y los juegos ayudan a los niños a prosperar

 

Más que una simple oportunidad para la diversión, el juego es cosa seria en lo que respecta a la salud y el desarrollo de un niño.

Jugar con ambos padres y otros chicos es fundamental para formar mejores cerebros, cuerpos y vínculos sociales que prosperen; todas estas cosas son importantes en el mundo actual. Recomendamos a los padres a utilizar el juego como método para alcanzar los hitos de salud y del desarrollo de su hijo desde el momento del nacimiento.

Para conocer algunos ejemplos de cómo hacerlo hace click aqui.

El juego como eliminador del estrés tóxico

Además de fomentar la salud y el desarrollo de un niño, el juego ayuda a fomentar relaciones seguras, estables y provechosas que protegen contra el estrés tóxico y generan la resiliencia socioemocional. La alegría mutua y la interacción cara a cara que ocurren durante el juego pueden ayudar al cuerpo a manejar el estrés.

El uso de videojuegos y juegos online de rol

“¡Dejá de jugar y vení a comer! ¡Apagá ese aparato y a dormir! ¡Te llamé mil veces y no me escuchas por estar jugando!”

Algunos de los reclamos que se escuchan en los hogares de todo mundo y es que son muchos los niños, adolescentes y algunos adultos que interactúan con los videojuegos en su vida cotidiana. Esta conducta, que siendo en muchas oportunidades normal y autolimitada, puede volverse descontrolada e invadir de tal manera la vida, que el poder concretar cualquier actividad familiar se vuelva un suplicio.

Jugar videojuegos es ya una costumbre instalada entre los niños, niñas y jóvenes. Y más en tiempos de pandemia.

Este tipo de juego es penetrante, persistente y permanente, especialmente cuando se intenta detener la situación adictiva, provocándose alteraciones conductuales, como por ejemplo, agitación, tensión y agresividad.

El diseño de estos videojuegos dificulta aún más las cosas. Los sistemas de recompensa, que ofrecen objetos virtuales (como armas y armaduras) o recompensas «reales» (por ejemplo, suscripciones a emisiones en directo) son peligrosos. La búsqueda de recompensas empuja a los jugadores a continuar jugando para lograr victorias reales o virtuales. Otro problema son los juegos multijugador: te permiten jugar y competir con otros jugadores. Esto puede ser emocionante para la mayoría de la gente, pero sobre todo para los chicos a quienes les cuesta socializar. O en momentos de confinamiento como ahora estamos atravesando.

Nuestra recomendación intentar mantener una buena comunicación con nuestros hijos como base para después implicarnos en el juego en la medida de lo posible, enseñarles a establecer límites de tiempo y ofrecer alternativas a la pantalla.

Es importante es establecer horarios. Que nuestros hijos estén avisados previamente de las cosas ayuda. A la hora de confeccionar dicho horario, lo ideal es que lo hagamos de forma consensuada, de lo contrario no es un horario, es una imposición. Más en tiempos sensibles como es una cuarentena.

Jugar con ellos, conocer a qué juegan, es fundamental para saber si hay demasiada violencia en los videojuegos que tienen o comprobar si son adecuados para su edad. Es recomendable sentarse junto a ellos a compartir una sesión de juego, ya que permite entender mejor su forma de ocio y además, despejar miedos o dudas que en ocasiones son fruto de la falta de conocimiento más que de una amenaza real.

Es importante enseñar a los jóvenes a gestionar el tiempo que pasan jugando a los videojuegos, que sepan controlarse, no sólo en el uso de los videojuegos, sino en cualquier aspecto de la vida. Es importante que aprendan que existen otras actividades placenteras.

Problemas se derivan del uso excesivo de los videojuegos.

Según estudios de la American Pediatrics Association las pantallas que emiten luz azul producen una sobreexcitación del cerebro que dificulta el sueño. Lo recomendable es que la actividad frente a pantallas cese mínimo una hora antes (a ser posible de dos horas).

Un excesivo uso de videojuegos (o de cualquier cosa) impide realizar otras actividades necesarias como mantener una correcta higiene, realizar actividad física o descansar adecuadamente.

OMS incluyó al trastorno por uso de videojuegos en la Clasificación Internacional de Enfermedades, dentro de los Trastornos debidos a comportamientos adictivos.  Se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente. Este patrón de comportamiento debe ser además lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo de áreas vitales de la persona, a nivel personal, familiar, social, educativo u ocupacional. En términos prácticos, esto significa que la persona descuida estas partes de su vida.

Uso de Pantallas en tiempos del Coronavirus

Ciertamente, las recomendaciones actuales de tiempo de pantalla existentes no tienen en cuenta la realidad de cómo usamos los medios en tiempos de pandemia. Los niños usan pantallas para ver dibujos animados, pero también los necesitan para conectarse con maestros, compañeros de clase, amigos y familiares. De hecho, la televisión, las plataformas de transmisión y las descargas de aplicaciones han experimentado un notable aumento en su uso desde que comenzó la pandemia

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha desarrollado ciertas pautas de implementación en la relación de los niños con las pantallas, a las que la Sociedad Argentina de Pediatria adhiere, buscando fundamentalmente que todos podamos adaptarnos al entorno digital necesario en estos momentos. Aquí te compartimos las pautas establecidas.

Aquí te podras ver un video sobre: Jugar en época de pantallas con Juan Augusto Laplacette (psicólogo) y el Dr. Guillermo Goldfarb

 

Fuentes: Organización Mundial de la Salud  | ABC padres e hijos