Ideas específicas por edad para aprender jugando
Del nacimiento a los 6 meses
- El aprendizaje divertido puede comenzar con la primera sonrisa del bebé. Responder con una sonrisa suya es una manera de jugar que, además, enseña al bebé una habilidad socioemocional fundamental: “Podés llamar mi atención y obtener una sonrisa mía cuando quieras: tan solo tenés que sonreír“.
- Imitá los gorjeos y balbuceos de tu bebé y mantené una “conversación” usando los sonidos del bebé como indicador.
- Muestrá a tu bebé objetos interesantes, como un juguete de colores brillantes. Permtile llevarse las cosas seguras a la boca para explorarlas y experimentar nuevas texturas.
- Colocá a tu bebé en distintas posiciones para que pueda ver el mundo desde distintos ángulos.
De los 7 a los 12 meses
- Asegurate de que tu bebé cuente con un lugar seguro para gatear y explorar.
- Ofrecé a tu bebé oportunidades de aprender que sus acciones causan un efecto: por ejemplo, cuando suelta un juguete y cae al suelo. Poné algunos juguetes al alcance de tu bebé para que pueda tomarlos y jugar con ellos.
- Usá un espejo para mostrar a tu bebé sus distintas expresiones.
- Jueguen a “no está… ¡acá está!”: escondé su rostro detrás de las manos y vuelva a aparecer.
De 1 a 3 años
- Cuando elijas guarderías y preescolares, busca los que ofrezcan tiempo de juego no estructurado. El aprendizaje divertido, en el cual los niños toman la iniciativa y siguen a su propia curiosidad, debería ser el punto de enfoque de la educación infantil temprana de alta calidad.
- Ofrecele a tu hijo bloques de construcción, envases vacíos, cucharas de madera y rompecabezas. Los objetos sencillos y poco costosos constituyen algunas de las mejores formas de fomentar la creatividad de un niño. Recordá: lo que enriquece a los niños es la presencia y la atención de sus padres y sus cuidadores, no los juguetes electrónicos sofisticados.
- Dale a tu hijo oportunidades de jugar con otros chicos de su edad. Esta es una buena edad para intentar tener un encuentro con otros niños para jugar supervisado por los padres.
- Ayuda a tu hijo a explorar su cuerpo mediante distintos movimientos, por ejemplo, caminar, saltar y pararse en una pierna.
- Ofrecele oportunidades para juegos de simulación, por ejemplo, simular estar bebiendo de un vaso vacío u ofrecer juguetes que permitan jugar a juegos de simulación.
- Leé regularmente a tu hijo y junto a él. Fomentale juegos de imitación basados en estos cuentos.
- Canten y jueguen con ritmos para que el niño pueda aprender y unirse a la diversión. Comenzá a presentarle algunos juegos adecuados para la edad, como La orquesta de Bartolo.
De 4 a 6 años
- Proporcionale oportunidades para que tu hijo cante y baile.
- Contale a tu hijo historias y hacele preguntas sobre lo que recuerda.
- Dale a tu hijo tiempo y espacio para representar escenas imaginarias, roles y actividades.
- Permitile a tu hijo intercambiar entre juegos imaginarios y reales, por ejemplo, jugar a la casita y ayudar con las tareas del hogar.
- Programale tiempo para que tu hijo interactúe con amigos y así practique la socialización y la formación de amistades.
- Alentalo para que pruebe una variedad de movimientos en un lugar seguro, por ejemplo, saltar, columpiarse, trepar y hacer volteretas.
- Limitá el tiempo frente a las pantallas a un nivel saludable. Los medios adecuados para la edad pueden tener beneficios para los niños mayores, en especial si los miras con ellos y juegan juntos. Pero las interacciones sociales y los juegos en tiempo real son mucho mejores para los chicos que los medios digitales para aprender.
- Anima a la escuela de tu hijo a ofrecer recreos y enfoques de aprendizaje divertido además de formas más estructurados del aprendizaje como lectura, memorización y hojas de trabajo.
El juego como eliminador del estrés tóxico
Además de fomentar la salud y el desarrollo de un niño, el juego ayuda a fomentar relaciones seguras, estables y provechosas que protegen contra el estrés tóxico y generan la resiliencia socioemocional. La alegría mutua y la interacción cara a cara que ocurren durante el juego pueden ayudar al cuerpo a manejar el estrés.
Tipos de juego que puede combinar
Diferentes tipos de juego tienen distintos beneficios para los chicos:
Juego con juguetes y objetos: Cuando juegan con un objeto, como un juguete, los bebés usan sus destrezas sensoriales y motrices para explorar sus propiedades y hacer “experimentos” como lo haría un pequeño científico.
Juego físico: La diversión física, como el juego libre durante el recreo, ayuda a desarrollar las destrezas motrices, previene la obesidad infantil y fomenta la inteligencia emocional. La sutil emoción que provoca el tobogán en un patio de recreo, por ejemplo, permite al niño adquirir confianza para arriesgarse en un entorno relativamente seguro. Los juegos tales como la mancha también ayudan a los chicos a forjar otras habilidades socioemocionales tales como la empatía, ya que los niños aprenden a tener cuidado de no lastimar a los demás golpeándolos demasiado fuerte, por ejemplo.
Juego al aire libre: El juego al aire libre es de particular importancia porque permite a los chicos usar todos sus sentidos para forjar habilidades tales como la percepción espacial y el equilibrio. También puede mejorar la capacidad de atención del niño.
Juego simulado: Este tipo de juego permite a los niños más chicos experimentar con distintos roles sociales y aprender a cooperar. Jugar a disfrazarse, a imitar y a juegos imaginarios también fomenta la creatividad y forja habilidades más complejas de negociación, comunicación y lenguaje (“vos serás la maestra y yo el alumno”, podrían decir).
Ofrecer a tu hijo muchas oportunidades para jugar es una de las mejores maneras de ayudarlo a crecer y a convertirse en un adulto curioso, creativo, sano y feliz, equipado con las habilidades necesarias para nuestro mundo actual. La próxima vez que te pida que juegues con él o ella, ¡no pierdas la oportunidad!
Fuente: American Academy of Pediatric