Cómo disfrutar de playas y piletas en pandemia
Se cree que el virus se propaga principalmente de persona a persona, a través de las gotitas respiratorias que liberan las personas infectadas al toser, estornudar o hablar. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca o posiblemente ser inhaladas y llegar a los pulmones. El virus también podría propagarse a las manos luego de tocar una superficie contaminada y con posterioridad a la nariz, la boca o posiblemente los ojos. Las personas infectadas pueden propagar el virus tengan síntomas o no.
Afortunadamente, existen varias medidas que podés tomar para reducir el riesgo de contagiarse o propagar el virus si visitas piletas con grupos de personas que no conviven con tu familia o la playa.
- Quedate en casa si estas enfermo.
- Mantené una distancia de al menos 2 metros, tanto dentro como fuera del agua, de personas que no viven con tu familia.
- Usá una mascarilla cuando no estás en el agua.
- Lavate las manos con frecuencia y no compartas ningún objeto con personas que no conviven con tu familia.
- Llevá artículos que te ayuden a mantenerte sano y cuidar la salud de otros, como una mascarilla (o dos por persona, por si se moja), desinfectante de manos con al menos un 60 % de alcohol, toallitas desinfectantes, pañuelos desechables y toallas de papel.
- Evita los lugares muy concurridos
- Las mascarillas son especialmente importantes cuando se dificulta mantener el distanciamiento físico.
No existe evidencia de que el SARS-CoV-2, que es el virus que causa el COVID-19, pueda propagarse entre las personas a través del agua.
En las playas cuanto más interactúen con personas con las que no viven y más cercana y prolongada sea esa interacción, mayor es el riesgo de ser infectado por el virus que causa el COVID-19. Estas tres situaciones muestran cómo el riesgo de propagar el virus en la playa puede pasar de ser bajo a alto.
Fuente. CDC